domingo, 25 de julio de 2010

LA INVERSIÓN PRODUCTIVA

La década de los 70's fue una época de gran dinamismo para América Latina. El crecimiento promedio del PIB fue del 6%, los flujos de capital externo, en especial los créditos, ayudaron a que las economías de la región invirtieran recursos en grandes proyectos industriales y de infraestructura, los cuales fueron liderados por el sector público.


Con el alto crecimiento, se dio un efecto colateral de un alto endeudamiento, que resultó insostenible, como en la década de los 80's.


En este nuevo milenio existe mayor énfasis en la participación del sector privado y mayor preocupación por la sotenibilidad de las cuentas públicas. En los últimos años el crecimiento del PIB apenas llegó al 1.2% y esto se debe a la caída de la inversión como porcentaje del producto.

NATURALEZA DE LA INVERSIÓN

La producción de bienes y servicios requiere de los insumos trabajo, capital y tecnología. La inversión es aquella parte de la producción que se utiliza para mantener o aumentar el gasto de capital en la economía.
Existen diferentes formas de inversión: inversión en activos fijos, esto mide lo que gastan las empresas en la planta (fábrica) y equipos (maquinarias y vehículos), la inversión en estructuras residenciales que es lo que se gasta para mantener las viviendas existentes y como producir nuevas y la inversión en existencias o inventarios que mide el cambio en la dotación de materias primas, productos semiterminados y bienes terminados que todavía no se han venido al comprador final durante cierto periodo.

 


OTRAS FORMAS DE INVERSIÓN

Hay otras maneras de gastar en bienes durables, que aumentan la capacidad productiva futura de la economía. Los bienes de consumo durable, como automóviles, refrigeradores y lavadoras, que representan servicios de consumo que van a subsitir por varios periodos.

También se hace mención de los tipos de capital tales como capital reproducible se aumenta a mayor producción. El capital no reproducible ya que no es posible aumentarlos por la vía de producir más.

Una fuerza de trabajo bien entrenada implica un tipo de capitla humano ya que la capacitación de los trabajadores aumenta la capacidad productiva de la fuerza laboral.

Cuando se mide la inversión, se tiene que distinguir entre inversión bruta e inversión neta, la primera es el gasto total en bienes de capital, mientras que la inversión neta es igual a la variación del stock de capital de un año a otro. La diferencia entre ambas es la depreciación del stock de capital, es decir, el monto en que el capital existentese gasta durante un año determinado.

PATRONES DE INVERSIÓN

El consumidor en general desea suavisar su consumo a través del tiempo, es decir, contar con un patrón de consumo estable.



 
DETERMINANTES DE LA INVERSIÓN

Una regularidad empírica muy interesante, es que en el corto plazo la inversión responda a la tasa de crecimiento del país. Cuando el crecimiento se acelera, la inversión aumenta y cuando se desacelera la inversión disminuye. 
Altas tasas de de crecimiento del PIB por lo general se interpretan como un signo de prosperidad futura.

Otro factor central en las decisiones de inversión es la comparación entre el costo de capital, que se relaciona con la tasa de interés y la rentabilidad del proyecto. Cuando la tasa de interés cae, es conveniente invertir más, porque el costo de financiar la inversión es menor. Como ejemplo podemos mencionar, un aumento en el crédito tributario aumentaría el retorno privado de la inversión.

Cuando a una empresa se le raciona el crédito, la inversión depende no sólo de la tasa de interés y la rentabilidad del proyecto, sino también del flujo de caja de la empresa, esto es mejor conocido como racionamiento de crédito. Esto se da cuando el gobierno establece un techo a la tasa de interés, poniéndola por debajo del equilibrio de mercado, y cuando las instituciones de crédito no logran evaluar con precisión los riesgos de prestar dinero a ciertos deudores.




sábado, 10 de julio de 2010

La importancia del consumo y el ahorro.

Keynes afirmó en su Teoría general que el ahorro no invertido prolonga el estancamiento económico y que la inversión empresarial requiere la creación de nuevos mercados, nuevas tecnologías u otras variables independientes del tipo de interés o del ahorro. Debido a que la inversión empresarial no es siempre constante, y menos en una crisis cíclica de la economía, la estabilidad de los ingresos y las deseables situaciones de pleno o alto nivel de empleo, no garantizadas como se pensaba hasta entonces por la reducción temporal de los salarios, tendrían que ser procuradas por el aumento del gasto público o la reducción de las cargas impositivas, actuaciones que deberían actuar como agentes compensadores de inversiones privadas insuficientes, siempre que se produjeran éstas. Keynes, además, analizó la interrelación existente entre todos los elementos económicos (producción, consumo, inversión, salario, moneda, empleo, interés) y afirmó que cualquier alteración en alguno de ellos repercute en los demás, proponiendo las medidas de política económica que habrían de ser adoptadas en cada caso por los gobiernos.

LA DECISIÓN ENTRE CONSUMO Y AHORRO

La familia percibe un flujo de ingresos durante su vida, que se extiende por varios períodos o años y por tanto, necesita seleccionar una trayectoria de consumo a través de su vida que sea consistente con sus ingresos a lo largo de este mismo lapso. En cualquier período dado, la familia puede consumir menos o más que su ingreso en tal período. Si consume menos y ahorra más, con el tiempo, ese ahorro se usará para pagar un consumo más amplio en algún período futuro. Si consume más, se ve obligada a desahorrar en el período actual y, como resultado, su consumo futuro se reducirá.

Dichas decisiones, generalmente se basan en las expectativas sobre los ingresos futuros y los intereses que podrán ganar sobre su ahorro. Por tanto, este proceso de toma de decisiones posee un carácter intertemporal, ya que se supone que las familias pesan sus decisiones de consumo cuidadosamente.




La decisión de ahorro, definitivamente tiene que ver con una decisión de bienestar o mejoría al futuro, o porque mi consumo ya está satisfecho y me queda capacidad de ahorrar. Una pensión de vejez, el auto que nos gusta, las casa de los sueños etc, sería un motivo para ahorrar.

Una observación muy importante, es que hay un patrón regular del ingreso durante la vida de las personas. Cuando son jóvenes, los ingresos son bajos, por lo que a menudo se endeudan o desahorran, ya que suponen que ganarán más con el pasar de los años. Durante los años productivos, sus ingresos alcanzan un máximo en la edad madura; pagan sus deudas contraídas con antelación y ahorran para cuando se jubilen; al entrar a esta etapa, los ingresos caen, por lo cual deben consumir los recursos que acumularon hasta entonces.





LAS RESTRICCIONES DE LIQUIDEZ Y EL AHORRO PRECAUTORIO

La restricción de liquidez se puede definir como la capacidad de algunos individuos de endeudarse considerando sus ingresos futuros, lo cual se debe a que quienes otorgan el crédito suponen que esos individuos enfrentarán dificultades para pagar los préstamos y no cuentan con las garantías adecuadas que los respalden. Esto llega a invalidar algunas conclusiones del consumo, que se basan en el supuesto de que los agentes económicos son capaces de tomar y otorgar créditos libremente, dentro de los límites que le imponen sus ingresos a lo largo de toda su vida.

Con restricciones de liquidez, el consumo y el ahorro se relacionan con el ingreso corriente de forma más estrecha que si no exictiensen tales restricciones.

El consumo depende de las expectativas de ingreso venidero: por lo tanto, a mayor incertidumbre sobre el futuro, las personas ahorrarán más.



EL AHORRO NACIONAL

El ahorro agregado depende de la distribución por edades de la población y del crecimiento del ingreso, pues ambos factores ayudan a determinar la riqueza de los ahorrantes jóvenes, en comparación con los desahorrantes mayores. Cuanto mayor sea la proporción de individuos en edad de trabajar respecto de los más viejos o los muy jóvenes, mayor será la tasa de ahorro de un país. Asímismo, cuanto más rápido crezca la economía, mayor será la tasa de ahorro.
 

El efecto de la tasa de interés sobre el ahorro y el consumo es ambiguo en términos teóricos, en tanto que los resultados empíricos no son concluyentes. Una tasa de interés mayor resulta un incentivo para aumentar el ahorro, lo cual, dado el nivel de ingreso, se conoce como efecto sustitución. Sin embargo, si la familia es acreedora neta, el incremento de la tasa de interés también aumenta el ingreso futuro; por lo tanto, tiende a incrementarse el consumo y a reducirse el ahorro, y a esto se le conoce como efecto ingreso.

Una regularidad empírica del ahorro es que las economías que crecen más rápido tienden a mostrar tasas de ahorro mayores que aquellas que lo hacen más lento.








Fuente.
MACROECONOMIA EN LA PRÁCTICA
Autor: LARRAIN FELIPE
Editorial: PEARSON
Año: 2005
Pag. 91-105