sábado, 10 de julio de 2010

La importancia del consumo y el ahorro.

Keynes afirmó en su Teoría general que el ahorro no invertido prolonga el estancamiento económico y que la inversión empresarial requiere la creación de nuevos mercados, nuevas tecnologías u otras variables independientes del tipo de interés o del ahorro. Debido a que la inversión empresarial no es siempre constante, y menos en una crisis cíclica de la economía, la estabilidad de los ingresos y las deseables situaciones de pleno o alto nivel de empleo, no garantizadas como se pensaba hasta entonces por la reducción temporal de los salarios, tendrían que ser procuradas por el aumento del gasto público o la reducción de las cargas impositivas, actuaciones que deberían actuar como agentes compensadores de inversiones privadas insuficientes, siempre que se produjeran éstas. Keynes, además, analizó la interrelación existente entre todos los elementos económicos (producción, consumo, inversión, salario, moneda, empleo, interés) y afirmó que cualquier alteración en alguno de ellos repercute en los demás, proponiendo las medidas de política económica que habrían de ser adoptadas en cada caso por los gobiernos.

LA DECISIÓN ENTRE CONSUMO Y AHORRO

La familia percibe un flujo de ingresos durante su vida, que se extiende por varios períodos o años y por tanto, necesita seleccionar una trayectoria de consumo a través de su vida que sea consistente con sus ingresos a lo largo de este mismo lapso. En cualquier período dado, la familia puede consumir menos o más que su ingreso en tal período. Si consume menos y ahorra más, con el tiempo, ese ahorro se usará para pagar un consumo más amplio en algún período futuro. Si consume más, se ve obligada a desahorrar en el período actual y, como resultado, su consumo futuro se reducirá.

Dichas decisiones, generalmente se basan en las expectativas sobre los ingresos futuros y los intereses que podrán ganar sobre su ahorro. Por tanto, este proceso de toma de decisiones posee un carácter intertemporal, ya que se supone que las familias pesan sus decisiones de consumo cuidadosamente.




La decisión de ahorro, definitivamente tiene que ver con una decisión de bienestar o mejoría al futuro, o porque mi consumo ya está satisfecho y me queda capacidad de ahorrar. Una pensión de vejez, el auto que nos gusta, las casa de los sueños etc, sería un motivo para ahorrar.

Una observación muy importante, es que hay un patrón regular del ingreso durante la vida de las personas. Cuando son jóvenes, los ingresos son bajos, por lo que a menudo se endeudan o desahorran, ya que suponen que ganarán más con el pasar de los años. Durante los años productivos, sus ingresos alcanzan un máximo en la edad madura; pagan sus deudas contraídas con antelación y ahorran para cuando se jubilen; al entrar a esta etapa, los ingresos caen, por lo cual deben consumir los recursos que acumularon hasta entonces.





LAS RESTRICCIONES DE LIQUIDEZ Y EL AHORRO PRECAUTORIO

La restricción de liquidez se puede definir como la capacidad de algunos individuos de endeudarse considerando sus ingresos futuros, lo cual se debe a que quienes otorgan el crédito suponen que esos individuos enfrentarán dificultades para pagar los préstamos y no cuentan con las garantías adecuadas que los respalden. Esto llega a invalidar algunas conclusiones del consumo, que se basan en el supuesto de que los agentes económicos son capaces de tomar y otorgar créditos libremente, dentro de los límites que le imponen sus ingresos a lo largo de toda su vida.

Con restricciones de liquidez, el consumo y el ahorro se relacionan con el ingreso corriente de forma más estrecha que si no exictiensen tales restricciones.

El consumo depende de las expectativas de ingreso venidero: por lo tanto, a mayor incertidumbre sobre el futuro, las personas ahorrarán más.



EL AHORRO NACIONAL

El ahorro agregado depende de la distribución por edades de la población y del crecimiento del ingreso, pues ambos factores ayudan a determinar la riqueza de los ahorrantes jóvenes, en comparación con los desahorrantes mayores. Cuanto mayor sea la proporción de individuos en edad de trabajar respecto de los más viejos o los muy jóvenes, mayor será la tasa de ahorro de un país. Asímismo, cuanto más rápido crezca la economía, mayor será la tasa de ahorro.
 

El efecto de la tasa de interés sobre el ahorro y el consumo es ambiguo en términos teóricos, en tanto que los resultados empíricos no son concluyentes. Una tasa de interés mayor resulta un incentivo para aumentar el ahorro, lo cual, dado el nivel de ingreso, se conoce como efecto sustitución. Sin embargo, si la familia es acreedora neta, el incremento de la tasa de interés también aumenta el ingreso futuro; por lo tanto, tiende a incrementarse el consumo y a reducirse el ahorro, y a esto se le conoce como efecto ingreso.

Una regularidad empírica del ahorro es que las economías que crecen más rápido tienden a mostrar tasas de ahorro mayores que aquellas que lo hacen más lento.








Fuente.
MACROECONOMIA EN LA PRÁCTICA
Autor: LARRAIN FELIPE
Editorial: PEARSON
Año: 2005
Pag. 91-105






















4 comentarios:

  1. hola mal amigo te diste cuenta que tus imagenes se salen de tu marco, pero de lo otro esta bien felicidades concreto cuidate

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  2. BUEN TRABAJO AARON SOLO CHECA ESO DE TUS IMAGENES KE UNAS SALEN DE CUADRO Y OTRAS NO SE ABREN OK PERO TU RESUMEN ME PARECE PRFCTO NOS VMOS CUIDESS

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  3. hola mal amigo!!!
    tu trabajo en cuanto al texto es bueno, solo el punto no tan bueno son lo de tus imagenes que ya antes te comentaron, suerte.... mal amigo :)

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  4. Excelente blog, cumple con todo, tienes 10.

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